En esta segunda parte del especial navideño de «Palabras de Vida», Pepe González nos sumerge en el núcleo mismo del tiempo de Adviento: el llamado urgente a la conversión. Siguiendo la profecía de Isaías y la voz potente de San Juan Bautista, se nos exhorta a «preparar el camino del Señor» en el «desierto» de nuestro propio corazón.
Rellenar los Barrancos y Rebajar las Montañas
El programa utiliza una poderosa metáfora bíblica para ilustrar el trabajo espiritual necesario. Debemos rellenar los «barrancos» de nuestra alma, que son los vacíos de Dios, la falta de amor, de fe, de oración y, crucialmente, la falta de perdón. Simultáneamente, es imperativo rebajar las «montañas» de nuestra soberbia, altivez, egoísmo y apego a los bienes materiales, que obstaculizan la llegada de la gracia.
Frutos del Espíritu vs. Frutos de la Carne
La verdadera conversión se manifiesta en frutos concretos. Pepe González contrasta los «frutos del Espíritu Santo» —amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio— con las «obras de la carne» como el egoísmo, las discordias y las envidias, que tristemente prevalecen en muchas celebraciones navideñas.
María: El Modelo Perfecto de la Gracia
Finalmente, se nos presenta a la Santísima Virgen María como el modelo supremo del Adviento. Su saludo, «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo», resume el espíritu de este tiempo: una alegría profunda y una apertura total para estar colmados de la presencia de Dios, convirtiendo nuestra vida en un pesebre vivo para Jesús.
13/12/17


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