En esta meditación de «Ejercicios Espirituales», el Padre Jesús Ceja nos invita a reflexionar sobre la verdad eterna de «El Juicio Final». Lejos de ser un tema de miedo, se presenta como una realidad centrada en el amor. Tendremos un juicio particular al morir y uno universal al final. Ambos se basarán en cómo amamos.
Discípulos y Misioneros: La Misión del Bautizado
Nuestra vocación fundamental es la eternidad. Por eso, hemos sido llamados a ser discípulos y misioneros. El Padre Ceja nos recuerda que «no podemos callar lo que hemos visto y oído». Un cristiano que ha experimentado el amor de Cristo siente el anhelo de que Él sea conocido por todos.
El Seguimiento de Cristo: Cruz y Renuncia
Para seguir a Jesús, primero debemos enamorarnos de Él. Si la Misa o la oración nos parecen «aburridas», es porque hemos perdido el amor a Dios. El seguimiento verdadero implica una renuncia: «vende tus pertenencias» (egoísmos, apegos) y «carga cada día con tu cruz». El mundo no se salva por caminos cómodos, sino por el sacrificio y el amor sacrificial, a imitación de Cristo.
Los Dos Caminos: La Visión de Santa Faustina
Santa Faustina vio dos caminos: uno ancho, fácil y placentero, lleno de gente distraída que caía al abismo; y otro estrecho, de piedras y espinas, donde pocos caminaban con esfuerzo hacia la luz eterna. El Padre Ceja nos exhorta a no ser como los que solo miran al suelo, sino a buscar los bienes del cielo, sabiendo que la misericordia de Dios, como lo experimentó el buen ladrón, siempre está disponible para quien se arrepiente.
22/03/13

