En el programa «Rey de Reyes», el Padre Evaristo Sada responde a la pregunta «¿Cómo orar?». La oración no es un monólogo. Tampoco es solo recitar fórmulas. Es, fundamentalmente, un encuentro. Es como «tomarse un café con Dios».
Un Diálogo del Corazón
La esencia de la oración es la relación. No se trata de pensar sobre Dios, sino de entrar en contacto con el Dios vivo. Este diálogo no siempre necesita palabras. Una mirada al crucifijo, un beso, un acto de fe silencioso; todo eso es oración. Lo importante es que participe el corazón. Para iniciar este camino, el Padre Evaristo recomienda invocar al Espíritu Santo y tomarse de la mano de la Virgen María.
Incorporando la Oración en la Vida Diaria
Para crecer en la oración, es útil tener momentos reservados.
- Al iniciar el día: Ofrecer la jornada a Dios.
- Durante el día: Un momento Eucarístico, ya sea la Misa, una visita al Santísimo o una comunión espiritual.
- El Santo Rosario: Es un tiempo privilegiado para estar con María.
- Al final del día: Hacer un breve examen de conciencia, agradeciendo y pidiendo perdón.
Adoración: Rendirse ante el Creador
Adorar a Dios es reconocerlo como nuestro todo. En la Adoración Eucarística, estamos ante Cristo mismo. Cada gesto, como la genuflexión, es un acto de adoración. Es un momento para dejar todo a un lado y simplemente estar en Su presencia, permitiendo que su amor nos transforme.
28/10/18

