El programa «Desayunos de Oración» explora el mandato de Jesús: Conviértanse y crean en el Evangelio. Este no es un llamado único, sino un proceso continuo. Por eso, la Iglesia distingue dos momentos clave en nuestra vida de fe.
La Primera y la Segunda Conversión
Nuestra primera conversión es el Bautismo. Es el momento en que renunciamos al mal. Sin embargo, la vida cristiana exige más. La segunda conversión es la tarea de todos los días. Es un esfuerzo constante por purificarnos.
El Modelo de San Pedro
San Pedro es un ejemplo claro de esta segunda conversión. A pesar de su cercanía con Jesús, lo negó. Su valentía humana no fue suficiente. Pero después de su caída, lloró amargamente. Su arrepentimiento nos muestra el camino. Porque la conversión pasa por reconocer nuestro pecado.
La «Metanoia»: Renovar la Mente
San Pablo nos exhorta a no acomodarnos al mundo. Debemos transformarnos mediante la renovación de la mente. A esto se le llama «metanoia». Significa dejar de pensar como el mundo. Implica abandonar el «catolicismo a la carta». Así, podemos discernir la voluntad de Dios.
Esta segunda conversión encuentra su fuente de gracia en un sacramento. El sacramento de la Confesión. Es allí donde recibimos el perdón y la fuerza para empezar de nuevo.
21/03/11
Segunda opción de visualización (Sin censura audiovisual):
Versión audio/podcast descargable de: «Conviértanse y crean en el Evangelio»
Spotify:
Apple:
Amazon:
Conviértanse y crean en el Evangelio
¿Qué significa realmente el llamado de Jesús: «Conviértanse y crean en el Evangelio»? ¿Es un evento de una sola vez, o una tarea para toda la vida?
Más sobre los Desayunos de Oración:
Ver más Desayunos de Oración AQUÍ


1 Comment