Estando en el set como invitado el Padre José Luis Dávalos, originario de Zapotlanejo Jalisco MX, los ConPadres nos hablan hoy de el Sacramento de la Reconciliación, o lo que es lo mismo, la confesión sacramental.
Es un episodio que te llenará formación, enseñanza y catequesis sencilla pero práctica donde se resolverán muchas dudas que en los feligreses católicos y no católicos existen respecto a este sacramento, como por ejemplo: ¿es válido si yo mismo me confieso directamente con Dios?
En la música Jóse Acuña y su tecladista Carlos desde Tabasco MX.
La Reconciliación (también conocida como confesión) es un sacramento instituido por Jesucristo en Su amor y misericordia para ofrecer el perdón a los pecadores por las ofensas cometidas a Dios. Al mismo tiempo, los pecadores se reconcilian con la Iglesia porque está herida por sus pecados.
Es una virtud moral, hace que el pecador se sienta arrepentido de los pecados cometidos, tener el propósito de no volver a caer y hacer algo en satisfacción por haberlos cometidos.
Cristo nos llama a la conversión y a la penitencia, pero no con obras exteriores, sino a la conversión del corazón, a la penitencia interior. De otro modo, sin esta disposición interior todo sería inútil. (Cfr. Is. 1, 16-17; Mt. 6, 1-6; 16-18)
Cuando hablamos teológicamente de esta virtud, no nos referimos únicamente a la penitencia exterior, sino que esta reparación tiene que ir acompañada del dolor de corazón por haber ofendido a Dios. No sería válido pedirle perdón por una ofensa a un jefe por miedo de perder el trabajo, sino que hay que hacerlo porque al faltar a la caridad, hemos ofendido a Dios. (Cfr. Catec. no. 1430 –1432)
3/02/15