En “Génesis 1”, dentro de Apologética, razones de nuestra esperanza, Rafael Piña Valdéz nos invita a redescubrir el asombro del primer versículo: “En el principio creó Dios el cielo y la tierra”.
Con esta frase memorística como punto de partida, exploramos cómo la narración bíblica sitúa primero el cielo y luego la tierra bajo el poder creativo de Dios.
A lo largo del análisis, profundizamos en el caos primigenio descrito en el segundo versículo: una tierra informe, vacía y sumida en la oscuridad.
Los matices del hebreo antiguo
Aprendemos los matices del hebreo antiguo—“tohu” como falta de forma y “bohu” como vacuidad—y contrastamos ese estado inicial con la presencia vivificadora de Dios, simbolizada por el viento que aletea sobre las aguas, prefiguración del Espíritu Santo.
Este estudio subraya que el propósito de la Escritura es mostrarnos la relación de amor entre Dios y la humanidad, más que detallar la creación angelical, y nos anima a seguir profundizando en Génesis para comprender mejor cómo se tejen esos lazos divinos a lo largo de toda la Biblia.
Si este recorrido por el primer capítulo de Génesis ha despertado en ti un mayor asombro por la obra creadora de Dios, te invito a compartir este video con quienes buscan respuestas sólidas sobre nuestros orígenes y a suscribirte a Luz Católica MV.
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[Icon name=»calendar-days»] 19/07/12
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