En este episodio de «Apologética, razones de nuestra esperanza», Rafael Piña explora el profundo significado de Génesis II. Este capítulo no es una repetición de Génesis I. Es un complemento que nos revela una dimensión más íntima de nuestra relación con Dios. Porque aquí pasamos del Creador al Padre.
El Séptimo Día: Creados para Adorar
El capítulo inicia con el séptimo día. Este día, bendecido y santificado por Dios, nos enseña nuestro propósito final. La creación fue hecha para el hombre. Pero el hombre no fue hecho para la creación, sino para la adoración. El número siete en hebreo simboliza una alianza. Por lo tanto, toda nuestra vida y trabajo deben orientarse a la comunión con Dios.
Yahvé Dios: Un Padre Cercano
Un cambio clave en este capítulo es el nombre de Dios. Pasamos de «Elohim» (Dios Creador) a «Yahvé Dios». Este nombre revela a un Dios personal, que entra en una relación de alianza. Nos invita a pasar de ser simples criaturas a ser parte de su familia divina.
El Soplo de Vida: Hijos de Dios
Dios forma al hombre del polvo («Adán» de «adamá») y le insufla su «aliento de vida». Este «soplo divino» nos da un alma espiritual, creada directamente por Dios e inmortal. Es la misma acción que Jesús realiza al soplar sobre los apóstoles para darles el Espíritu Santo y el poder de perdonar pecados. En ambos casos, el soplo de Dios nos da una vida sobrenatural.
20/09/12
Disfruta del tema musical oficial:

