En un mundo donde la educación laica ha apartado a Dios de las aulas, muchos jóvenes crecen sin una formación en la fe, de ahí el título: la educación de los jóvenes ¿Tarea posible o imposible?
¿Cómo podemos transmitirles la fe en medio de una sociedad que promueve el relativismo y la autosuficiencia del conocimiento humano?
El P. Santiago Martínez Sáez nos ofrece una profunda reflexión sobre la crisis educativa actual, exponiendo cómo la negación de Dios en la enseñanza ha afectado la moral y los valores de la juventud.
A través de ejemplos históricos y filosóficos, nos muestra que la verdadera educación no solo debe nutrir la mente, sino también el alma.
Hoy en día, universidades de prestigio que nacieron con raíces cristianas han eliminado cualquier referencia a Dios en sus currículos.
Sin una formación en la fe, los jóvenes quedan vulnerables a ideologías que desnaturalizan al ser humano, separándolo de su propósito trascendente.
La verdadera sabiduría
La verdadera sabiduría no consiste solo en acumular conocimientos, sino en reconocer la presencia de Dios en la creación y en la vida cotidiana.
Frente a este desafío, la Iglesia nos recuerda que la educación cristiana es un pilar fundamental para la formación de hombres y mujeres con conciencia y valores sólidos. Como padres, maestros y evangelizadores, tenemos la responsabilidad de guiar a las nuevas generaciones hacia la verdad, mostrando que la ciencia y la fe no son opuestas, sino complementarias.
La tarea puede parecer difícil, pero con la gracia de Dios, la educación en la fe sigue siendo no solo posible, sino necesaria.
📌 ¡No olvides compartir este mensaje y dejar tu opinión en los comentarios!
22/03/15
