Por medio de este tema: la fe sin obras está muerta, reflexionaremos sobre la relación de la fe con obras. Comprenderemos que tenemos que apartarnos de todo lo que nos separa de Dios – de vivir plenamente nuestra fe y crecer constantemente en la fe para poner en evidencia nuestra fe en todo momento, especialmente en actos concretos de caridad y solidaridad con los demás.
1 Cor. 13, 1 – 3 Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como campana que suena o platillo que retumba. Y aunque tuviera el don de hablar de parte de Dios y conociera todos los misterios y toda la ciencia; y aunque mi fe fuera tan grande como para trasladar montañas, si no tengo amor, nada soy. Y aunque repartiera todos mis bienes a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve.
17/12/12