En este episodio de «Rey de Reyes» Manuel Capetillo, teniendo como invitado al Padre Salvador Herrera, abordan el tema de la mejor inversión, aquélla inversión espiritual que todo cristiano católico debería de apuntalar cada vez que se piensa en su salvación personal y en su santidad, dejando atrás aquellas inversiones materiales y temporales que estarían en segundo plano.
A la vez, los expositores dejarán en claro que algo que no se puede corromper, como lo es el dinero y sus frutos es la Eucaristía, porque toca lo santo y lo eterno, y es la razón de ser a todos cristiano-católico, a todo matrimonio, a toda una familia y a todo el mundo que la acepte.
«Desde pequeño he visto como muchos en mi familia han ofrecido misas por diversos motivos, en su mayoría, aniversarios o por aquellos familiares que se nos han adelantado. Pero ¿qué valor tiene hacer este acto? ¿Realmente produce efectos en las personas por las que se ofrecen las intenciones de las misas?
Ofrecer la misa por algún motivo o persona es una tradición muy antigua, en especial cuando se hacía por los difuntos. Desde solicitar alguna gracia en particular, el éxito de una operación o simplemente como acción de gracias por un sinfín de razones.
Hay que destacar que cada Misa se ofrece en acción de gracias a Dios por todo lo que ha hecho. Así lo explica el Catecismo de la Iglesia Católica: “La Eucaristía es un sacrificio de acción de gracias al Padre, una bendición por la cual la Iglesia expresa su reconocimiento a Dios por todos sus beneficios, por todo lo que ha realizado mediante la creación, la redención y la santificación. “Eucaristía” significa, ante todo, acción de gracias” (CEC 1360)…» FUENTE
1/12/16