En el programa «Apologética, razones de nuestra esperanza» continuamos con el tema Las raíces judías de la Eucaristía Parte 2.
Este análisis es fundamental para todo católico. Por eso, buscamos comprender los fundamentos bíblicos. El objetivo es fortalecer nuestra fe en la Presencia Real.
El Nuevo Maná: Un alimento superior
Jesús se presenta como el verdadero Pan del Cielo. Esto se revela claramente en el Evangelio de Juan. Él es, por lo tanto, el cumplimiento del Maná. El alimento del desierto era milagroso. Sin embargo, era solo una prefiguración de Cristo.
La teología nos enseña un principio clave. La realidad del Nuevo Testamento es siempre mayor que su figura en el Antiguo. En consecuencia, si el Maná fue un pan sobrenatural, la Eucaristía debe ser infinitamente superior. Es el verdadero alimento para la vida eterna.
El Pan de la Presencia: Un nuevo Templo
Además, la Eucaristía cumple otra figura del Antiguo Testamento. Se trata del nuevo «Pan de la Presencia». Este pan consagrado se guardaba en el Templo. Era un signo de la alianza perpetua.
Cristo, sin embargo, afirma ser mayor que el Templo. Así, su Cuerpo se convierte en el nuevo Pan consagrado. Este se ofrece en el nuevo Templo, que es Él mismo. Los primeros cristianos comprendieron esto perfectamente. Por eso, su fe en la Eucaristía fue tan profunda.
Conocer estas raíces transforma nuestra visión. La Santa Misa no es un simple rito. Es la cumbre de la historia de la salvación.
16/08/12
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