En «Apóstoles de Nuestro Tiempo», la Hermana Evangelina Trujillo nos entrega un mensaje crucial: «¡Levántate, despiértate, revístete de fortaleza!». Esta reflexión es una confrontación directa con la realidad de un mundo sumergido en el caos y la desolación.
Despertar de la Indiferencia Espiritual
Vivimos en «zonas desérticas» de desilusión, donde la esperanza y los valores se han perdido. El escepticismo, la indiferencia y el conformismo («así es») nos han invadido como una «niebla de muerte». La Hermana Evangelina nos invita a reconocer que no es Dios quien nos ha abandonado, sino que somos nosotros quienes lo hemos sacado de nuestras vidas, hogares y sociedad.
El Poder de la Conversión y la Vigilancia
Inspirada en Isaías 51 y 1 Tesalonicenses, la predicación nos exhorta a no dormir espiritualmente. Es un llamado a sacudirse el polvo de la cautividad (vicios, chismes, dependencia de la tecnología, consumismo) y a revestirse de la dignidad y la fortaleza que nos devuelve la fe. La invitación es a ser «vigías» sobrios, a discernir lo que el mundo nos ofrece y a convertirnos en mensajeros de paz y esperanza.
Dios Permanece Fiel: Volver a Él
A pesar de nuestras infidelidades, Dios sigue siendo nuestro Consolador y Defensor. El mensaje final es una esperanza: si nos humillamos, si nos volvemos al Señor, entraremos en Sion con aclamaciones, alegría y diremos adiós a las penas. Es tiempo de despertar, de evangelizar y de esperar con sobriedad la pronta venida de nuestro Señor.
17/08/13

