El Padre Pedro Jaime Orozco, junto con el Hermano Pepe Nava y el Padre Andrés Esteban López, concluyen este episodio de «Entre el Mito y la Doctrina» el tema de Para una pastoral de Exorcismo Parte 3.
Los panelistas finalizan este tema, sugerido por el teleauditorio, con las normas referentes a la pastoral de exorcismo y al exorcismo propiamente dicho, así como todas las consideraciones fundamentales que se deben de tomar en cuenta al detectar un caso de posesión.
Es la práctica religiosa o espiritual realizada contra una fuerza maligna, utilizando diversos métodos cuyo fin es expulsar, sacar o apartar a dicho ente de la persona, objeto o área que se encuentra poseída por la entidad maligna (ver, como ejemplo, posesión demoníaca) quien somete y controla al poseído.
Los exorcismos pertenecen a la gama de actos apotropaicos que han sido comunes desde la antigüedad. El exorcista suele utilizar fórmulas de exorcismo con encantamientos para entrar en contacto con el supuesto demonio y finalmente persuadirlo de que abandone el cuerpo, con o sin abrir el pecho.
El origen de la palabra exorcismo deriva del latín exorcismus, que a su vez deriva del griego exorkismos, que significa estar sujeto a un juramento.
El exorcismo, en el sentido amplio de «exorcismo de fuerzas malignas o exterminación de los espíritus malignos mediante ritos y oraciones solemnes», y otras prácticas similares se han practicado en diversas sociedades del mundo desde la antigüedad hasta la época actual
Aunque los nombres, el significado y las formas de estos actos y fenómenos similares en las religiones, religiones étnicas, creencias populares y culturas de todo el mundo varían, los antropólogos culturales a veces se refieren a ellos colectivamente como «exorcismos»
6/05/18