Carlos y Alma son la pareja que nos comparten su experiencia en «Alégrate» y al oírlos nos haremos realmente la pregunta de ¿Se puede perdonar una infidelidad?
Lupita Venegas y Meche Covarrubias tienen como invitado a este matrimonio extraordinario que ha superado la infidelidad, para decirnos cómo de forma valiente han salido avante de este problema, con mucha esperanza y fe. ¿Cuántas parejas están hoy sufriendo por el problema de la Infidelidad?
En este video se tratará de:
Comunicación y Necesidades Emocionales
Establecer una comunicación abierta y honesta es crucial para prevenir la infidelidad, abordando problemas y necesidades emocionales de ambos cónyuges.
Comprender y respetar las necesidades sexuales del otro, buscando un equilibrio entre enfoques activos y moderados para evitar rechazos que puedan llevar a la infidelidad.
Satisfacer las necesidades emocionales de ambos: los hombres necesitan intimidad para sentirse amados, mientras que las mujeres requieren comunicación para sentirse conectadas.
Respuesta a la Infidelidad
Recurrir a la oración constante y la adoración al Santísimo Sacramento para buscar la guía de Dios en momentos de crisis matrimonial.
Confrontar la infidelidad con amor y cuidado en lugar de ira, expresando preocupación por el matrimonio y la familia para facilitar la apertura y sanación.
Establecer límites claros con la persona involucrada en la infidelidad, cortando todo contacto para reconstruir la confianza en el matrimonio.
Sanación y Perdón
Reconocer que la infidelidad es una batalla espiritual contra las mentiras de Satanás, combatiéndola con la verdad de Dios y evitando caer en la tentación.
Buscar la gracia sacramental a través de la reconciliación y la Eucaristía para experimentar profundamente el amor y la presencia de Dios en el proceso de sanación.
Participar juntos en retiros, cursos y conferencias matrimoniales para fortalecer la relación y obtener herramientas para navegar el proceso de sanación.
Reconstrucción del Matrimonio
Proteger la visión positiva de los hijos hacia ambos padres durante la crisis, evitando hablar negativamente del cónyuge infiel para mantener una dinámica familiar saludable.
Practicar la admiración y respeto constantes hacia el cónyuge, animando a los hijos a hacer lo mismo para prevenir la infidelidad al hacer que la pareja se sienta valorada y segura.
Ser completamente honestos y abiertos durante el proceso de sanación, confesando todos los pecados y estando dispuestos a perdonar para permitir la restauración del matrimonio.
Confiar en que la gracia de Dios puede transformar relaciones rotas, convirtiendo un matrimonio dañado por la infidelidad en un testimonio de esperanza para otros.
10/02/14
