Meche Covarrubias junto con los Legionarios de Cristo, Padre Gerardo Fonseca y el Hermano José Juan Galindo, nos invitan a tener un tiempo de reflexión para la vocación personal, sobre todo, para aquéllos jóvenes que están decidiendo qué hacer con sus vidas.
Es una invitación abierto a considerar seriamente la vida religiosa entrando a un preseminario donde se podrá descubrir realmente si se tiene lo que se necesita para el llamado de Dios preparándose para la vida sacerdotal o consagrada.
Un preseminario es un espacio de ayuda para los jóvenes y adolescentes que desean entrar en la vida consagrada. Su objetivo principal es esclarecer las inquietudes que manifiestan los adolescentes y jóvenes respecto a la vida sacerdotal y consagrada (ya sea misionera o religiosa). Aquí se ofrecen elementos de apoyo para el crecimiento humano-cristiano y el proceso de discernimiento-apropiación de la vocación.
En otras palabras, el preseminario es un momento importante para comenzar la «carrera del maratón» en el desarrollo específico de una vocación, encaminada al servicio y glorificación de Dios, así como a la realización y crecimiento personal. Durante este período, los jóvenes pueden compartir sus inquietudes, sueños e ideales, y también se inician en las relaciones de amistad. Aunque no es el discernimiento propiamente dicho, sí marca el inicio de este proceso, que no solo es personal sino también eclesial, ya que se realiza dentro de la comunidad de la Iglesia y con el apoyo de sus miembros.
En resumen, el preseminario es la puerta de entrada a la toma de conciencia, el discernimiento y la apropiación de la propia vocación. Es un espacio donde los jóvenes pueden explorar y profundizar en su llamado al servicio y la entrega a Dios y a los demás.
24/06/13