El programa «María Madre Nuestra» explora La Belleza de la Inmaculada. Este tema contrasta la belleza verdadera con la superficial. Porque la belleza del mundo es pasajera. En cambio, la belleza del alma es eterna. La Virgen María es el modelo perfecto.
La Falsedad de la Belleza Mundana
Nuestra cultura promueve cánones de belleza inalcanzables. Esto genera frustración y vacíos. Las medidas perfectas o la eterna juventud son una ilusión. La verdadera belleza no depende de lo exterior. Por eso, no debemos caer en esa trampa.
Las Siete Cosas que Afean el Alma
La verdadera fealdad está en el pecado. El libro de los Proverbios es muy claro. Hay siete cosas que Dios aborrece. Entre ellas están los ojos altivos y la lengua mentirosa. También las manos que derraman sangre inocente. Estos actos destruyen la belleza interior.
El Camino a la Verdadera Belleza
¿Cómo podemos ser bellos a los ojos de Dios? La respuesta está en imitar a la Inmaculada. Debemos cultivar una vida interior. Esto se logra con la oración constante. El rezo del Santo Rosario es una herramienta poderosa. Nos va conformando con Cristo y nos embellece el alma. Porque la verdadera belleza es el reflejo de la gracia de Dios en nosotros.
30/04/15

